8 Pasos para Recibir las Promesas de Dios // Daniel Del Vecchio

1. Conoce las promesas de Dios

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder.”
2 Pedro 1:3

Todo lo que necesitas para vivir una vida plena y piadosa ya ha sido dado por Dios. Está en su Palabra. Por eso es tan importante conocerla. Las promesas de Dios no se reciben por ignorancia, sino por revelación.

2. Cree que las promesas son tuyas

“Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas.”
2 Pedro 1:4

Estas promesas no son solo para otros, ¡son para ti! Dios no hace acepción de personas. Cree que lo que Él dijo, también lo dijo para tu vida.

3. Aumenta tu fe escuchando la Palabra

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Romanos 10:17

La fe no nace del esfuerzo humano, sino del alimento espiritual. Cuanto más escuchas y meditas en la Palabra, más crece tu fe y más firme te vuelves en la promesa.

4. No vaciles: confía plenamente en Dios

“Tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios.”
Romanos 4:20

Abraham no dudó, aunque las circunstancias eran imposibles. Él no se apoyó en lo que veía, sino en lo que Dios le había dicho. La fe verdadera da gloria a Dios aun antes de ver el cumplimiento.

5. Declara la promesa aunque no veas nada

“Llamando las cosas que no son, como si fuesen.”
Romanos 4:17

Dios te invita a declarar la verdad de su Palabra aunque tus ojos no la vean aún. Así actúa la fe: llama a lo invisible como si ya estuviera presente. Declara en fe lo que Dios te ha prometido.

6. Persevera aunque pase el tiempo

“Imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.”
Hebreos 6:12

Las promesas no se reciben por impulso ni emoción, sino por constancia. Hay una parte que requiere esperar con paciencia y seguir creyendo, aunque el tiempo pase.

7. No te desvíes con las circunstancias

“Porque por fe andamos, no por vista.”
2 Corintios 5:7

Lo que ves puede mentirte. Lo que Dios dice es verdad eterna. Aprende a caminar por lo que dice su Palabra, no por lo que sientes o ves. La fe ve más allá del panorama actual.

8. Recuerda que Dios es fiel

“Fiel es el que prometió.”
Hebreos 10:23

Dios no cambia, no falla, no miente. Si Él lo dijo, Él lo hará. Confía en Su fidelidad más que en tu propia capacidad. Las promesas se cumplen porque Él es fiel, no porque tú seas perfecto.

Conclusión

Dios tiene un plan, un propósito y promesas grandísimas para ti. No se trata de merecerlas, sino de creerlas. Hoy es el tiempo de recibirlas, de caminar en fe y de ver la fidelidad de Dios manifestarse en tu vida. ¿Estás listo para recibirlas?