Asaf: ¿Por qué prosperan los que hacen el mal? | Personajes Bíblicos
Una de las preguntas que los creyentes han enfrentado desde tiempos bíblicos es: ¿Por qué prosperan los impíos mientras los justos sufren?
Esta inquietud la encontramos expresada claramente en las Escrituras, como en el Salmo 73 de Asaf y el libro de Job.
La prosperidad del impío es temporal
En el Salmo 73, Asaf describe cómo los malvados parecen prosperar, vivir sin preocupaciones y acumular riquezas. Sin embargo, al entrar en la presencia de Dios, comprende su fin: “Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer” (Salmo 73: 18). Lo que parece prosperidad en el presente no tiene fundamento eterno. La justicia de Dios prevalecerá en Su tiempo perfecto.
La verdadera prosperidad no es material
El Señor nos recuerda que los bienes terrenales son fugaces. Jesús mismo dijo: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín destruyen” (Mateo 6: 19). La verdadera riqueza está en el carácter, la fe y la relación con Dios, cosas que los impíos no poseen si su corazón está alejado de Él.
Dios tiene un propósito para el sufrimiento del justo
La aparente injusticia de la prosperidad del impío puede ser una prueba para el corazón del creyente. Dios usa estas situaciones para fortalecer nuestra fe, moldear nuestro carácter y enseñarnos a depender de Él. Job, un hombre justo que enfrentó grandes pruebas, dijo: “Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro” (Job 23: 10).
Confía en el plan eterno de Dios
El Señor tiene el control absoluto, incluso cuando parece que los malvados prosperan. Su juicio es justo, y aunque puede parecer lento para nosotros, llegará en el tiempo perfecto. Como dice Habacuc: “Aunque la visión tardará aún por un tiempo… ciertamente vendrá, no tardará” (Habacuc 2: 3).
