Conflictos Internacionales y la Profecía
La charla entre Miguel Díez y Ramón Ubillos nos ofrece un análisis profundo de temas geopolíticos y sociales desde una perspectiva bíblica. Su conversación abarca conflictos internacionales, la economía global, la crisis de valores en Occidente y el papel fundamental de la ayuda humanitaria, todo con la intención de aplicar principios cristianos y bíblicos a los desafíos actuales.
1. Conflictos Internacionales Actuales y su Implicación Profética
El análisis comienza con una revisión de los conflictos en Corea del Norte, Rusia, y la guerra crónica en Medio Oriente. Corea del Norte apoya militarmente a Rusia a cambio de recursos energéticos, mientras que Estados Unidos prolonga la guerra en Ucrania, beneficiándose económicamente a través de su industria armamentista y de los precios energéticos inflados que afectan principalmente a Europa.
En cuanto a Israel y su situación de conflicto constante, la charla destaca cómo este conflicto tiene raíces históricas y un potencial de escalada mundial. La Biblia, en Mateo 24, profetiza un incremento de conflictos globales antes del regreso de Cristo. En este sentido, los acontecimientos actuales podrían ser vistos como un cumplimiento de las profecías de conflictos y desolación que antecederán al Reino de Dios.
2. La Rentabilidad de los Conflictos y el Impacto Económico
Las guerras, en la visión de Díez y Ubillos, no solo son devastadoras en términos humanos, sino también rentables para quienes las financian y controlan. Estados Unidos, a través de su dominio sobre los recursos energéticos y la industria armamentista, se beneficia de la inestabilidad de otros países. Este dominio asegura la dependencia de Europa a precios elevados de gas y petróleo, lo que incrementa la hegemonía económica estadounidense. Según la Biblia, “el amor al dinero es raíz de todos los males” (1 Timoteo 6:10), y esta afirmación parece evidenciarse en un mundo donde los conflictos se han convertido en negocios.
3. Geopolítica Global y Bloques de Poder
Los bloques de poder actuales se dividen entre el bloque occidental y el euroasiático, compuesto por Rusia, China, India, Brasil y otros países. Este bloque desafía el dominio del dólar y podría, eventualmente, provocar cambios significativos en el sistema financiero global. Las tensiones entre estos grupos, como la rivalidad entre Brasil y Venezuela por recursos, resaltan cómo el ansia de control puede dividir incluso a las naciones vecinas. La Biblia nos recuerda la fragilidad de las alianzas humanas y su inestabilidad cuando no están cimentadas en valores duraderos.
4. Crisis de Valores en Occidente y su Futuro
Díez y Ubillos observan que las próximas elecciones en Estados Unidos determinarán si el país se mantendrá fiel a sus raíces judeocristianas o cederá a un progresismo radical. En Europa, la decadencia de la Comunidad Económica Europea se ve como un reflejo de la pérdida de los valores cristianos tradicionales, lo cual podría conducir a una caída de este sistema. Este declive de valores coincide con la advertencia en Proverbios 14:34: “La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es afrenta para los pueblos.”
5. Profecía y el Rol de Israel
La charla profundiza en la importancia de Israel, mencionando profecías bíblicas sobre su regreso a la tierra prometida y su papel en los últimos tiempos. Israel es mencionado como un pueblo de “dura cerviz” en el Antiguo Testamento, un pueblo que, a pesar de los desafíos, se mantiene como un eje en la narrativa profética. Para Díez y Ubillos, el regreso de Israel y sus continuos conflictos encajan en los patrones proféticos descritos en la Biblia.
6. La Intervención Global de Estados Unidos: Influencias y Consecuencias
La influencia estadounidense en todo el mundo ha sido determinante durante más de un siglo, y sus intervenciones han dejado huellas profundas. La retirada de Afganistán, que dejó a mujeres y niños en una situación vulnerable, es un ejemplo de cómo las decisiones políticas afectan directamente a poblaciones enteras. Del mismo modo, la intervención en países como Irak y Libia es criticada, señalando cómo en ocasiones, la estabilidad es sacrificada por intereses estratégicos y económicos. Esta postura refleja una interpretación de los sistemas de poder como controlados por motivaciones que el Evangelio denuncia como contrarias a la compasión y la justicia.
7. La Compasión y la Respuesta Humanitaria de Remar
Frente a la devastación y la indiferencia global, Remar emerge como un modelo de respuesta humanitaria, movilizándose de manera inmediata en situaciones de desastre, como se destacó en la charla. Inspirados en el ejemplo de Cristo y su amor por los necesitados, los voluntarios de Remar ofrecen ayuda sin esperar reconocimiento. Este enfoque se centra en la compasión genuina y en “hacer tesoros en el cielo” (Mateo 6:20) al ayudar a los más desfavorecidos. La dedicación de Remar demuestra el poder transformador de la fe cuando se pone en acción.
8. El Llamado a la Solidaridad y la Fe en Tiempos Difíciles
Finalmente, Díez y Ubillos llaman a responder a las necesidades inmediatas de los afectados, no solo con ayuda material, sino también con consuelo espiritual. En tiempos de crisis, la fe se convierte en una fuente de esperanza y resiliencia, recordando a los creyentes que son llamados a ser la “luz del mundo” (Mateo 5:14). Además, instan a los cristianos a ser voluntarios activos, destacando que la ayuda al prójimo no es solo una acción temporal, sino una inversión en la eternidad.
Reflexión Final: Actuar con Fe y Compasión en un Mundo Convulsionado
La charla entre Miguel Díez y Ramón Ubillos nos invita a reflexionar sobre el papel de los cristianos en un mundo lleno de desafíos. Desde la geopolítica hasta la ayuda humanitaria, estos temas nos recuerdan que, como creyentes, estamos llamados a actuar con compasión y fe, guiados por los principios bíblicos. En medio de conflictos y crisis de valores, la verdadera paz y justicia solo pueden hallarse en el mensaje de Cristo y su promesa de un reino eterno.
Presidente de la ONG Remar Internacional y la iglesia Cuerpo de Cristo.