Distintas Maneras de Honrar a Dios // Miguel Díez

Distintas Maneras de Honrar a Dios // Miguel Díez

Honrando a Dios en Todo Aspecto de la Vida

En los tiempos actuales, la enseñanza en los colegios está siendo desvirtuada. Los principios que honran a Dios, a los padres y a las autoridades están siendo socavados por una educación que fomenta la desobediencia y el egoísmo. Este tipo de enseñanza deshonra no solo a Dios, sino también al prójimo. En contraste, los siervos de Dios son llamados a actuar con humildad, en oposición a la soberbia que caracteriza a Satanás desde su caída.

Un ejemplo de soberbia en la historia bíblica es el de Abimelec, un hombre que llegó al poder de manera ilícita. Fue elegido como rey por los habitantes de Siquem después de haber cometido actos de violencia y asesinato. Este triste episodio nos recuerda la advertencia que Jesús dio sobre quienes buscan la honra política y la autoridad sin respetar los principios de Dios.

La parábola de los árboles nos enseña una lección profunda sobre la humildad y el liderazgo. En esta parábola, el olivo, la higuera y la vid, cuando son invitados a reinar sobre los árboles, rechazan la propuesta para continuar cumpliendo su propósito: honrar a Dios. Sin embargo, la zarza acepta el liderazgo, aunque no tiene ningún fruto que ofrecer, mostrando que no todos los que buscan autoridad lo hacen con las motivaciones correctas.

El Valor de las Ofrendas y el Servicio a Dios

Las ofrendas son una parte esencial del servicio a Dios. En nuestra congregación, agradecemos de corazón las ofrendas recibidas, especialmente aquellas destinadas a apoyar a los pastores que no pueden viajar a Israel. Estos pastores no reciben sueldo de la iglesia, sino que dedican su vida entera a la obra de Dios, confiando en su provisión.

La verdadera honra a Dios no proviene solo de las palabras, sino de la alabanza, la adoración y el cumplimiento de nuestras promesas. Cuando invocamos a Dios en tiempos de angustia y Él nos libra, estamos honrando su nombre. Asimismo, honrar a Dios con nuestros bienes y las primicias de nuestros frutos trae abundancia y bendición.

Pero la motivación de dar no debe ser egoísta. Debemos dar por amor, honra y justicia. La Escritura enseña que quienes diezman fielmente reciben la honra de Dios. Además, honrar a los padres es un mandato de Dios que trae larga vida y prosperidad.

Humildad y Honra: Claves en la Vida Cristiana

La humildad es fundamental para poder honrar a Dios y a los demás. Jesús, nuestro ejemplo máximo de mansedumbre y humildad, nos invita a aprender de Él para encontrar descanso para nuestras almas. La sabiduría verdadera no es para engrandecerse, sino para ayudar a otros, y eso trae la honra de la misericordia.

En todos los aspectos de la vida, la fidelidad es crucial. Dios es un Dios de pactos, celoso de sus promesas, y nos llama a cumplir nuestras propias promesas con reverencia. La honra que recibimos de Dios no debe ser acumulada para alimentar el ego, sino compartida con los demás.

La honra suprema es honrar a Cristo. Con nuestras palabras, hechos y actitudes, debemos ser fieles a Él, obedeciéndole en todo, pues la fe sin obras está muerta.

Honradez Económica: Un Reflejo de Integridad

El manejo correcto de las ofrendas es una forma de honrar a Dios. La honradez económica es una virtud fundamental, y deshonra a Dios cualquier engaño con respecto a los recursos de la iglesia. La verdadera nobleza está en manejar los bienes de la casa de Dios con sinceridad y para los propósitos correctos.

Los recursos recaudados son utilizados para cubrir los gastos necesarios y, más importante aún, para reparar no solo las grietas físicas de la iglesia, sino también las grietas emocionales y espirituales de las personas que buscan refugio en Dios.

Peticiones a Dios: Humildad y Dependencia

Finalmente, en nuestras oraciones, pedimos a Dios que nos bendiga y nos ayude a obedecerle más y mejor cada día. Le rogamos que corte de nuestras vidas aquello que estorba para alcanzar la perfección en Cristo, y que nos conceda la gracia de honrarle en todo lo que hacemos. Oramos por los hermanos, para que Dios los guarde del mal y los bendiga abundantemente.

En resumen, honrar a Dios es un estilo de vida que abarca todas las áreas de nuestra existencia. Desde la humildad y la fidelidad, hasta la integridad en el manejo de los recursos, todo debe ser para la gloria de Dios. Que nuestras palabras, acciones y pensamientos reflejen siempre el deseo de honrarle a Él, quien nos dio todo a través de Cristo.

Miguel Díez

Presidente de la ONG Remar Internacional y la iglesia Cuerpo de Cristo.

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