El Poder de la Unidad // Miguel Díez
En una profunda reflexión sobre la unidad en la fe, Miguel Díez nos lleva a un recorrido espiritual donde destaca la importancia de vivir una vida consagrada, unida en Cristo, y en constante crecimiento. A través de su predicación, Miguel nos desafía a ser una iglesia madura, consolidada en el amor y la fe, donde cada miembro del cuerpo de Cristo cumple un propósito único en el plan divino.
El Amor a Dios y el Deseo de Crecer Espiritualmente
Miguel comparte su ferviente deseo de amar a Dios plenamente, reconociendo que este amor debe crecer y fortalecerse día a día. Sin la intervención divina, nuestro amor por Él no puede mantenerse firme. Este amor transformador debe ser la base de nuestra vida espiritual.
El Dolor por los Hijos Pródigos
El pastor expresa el dolor que sienten aquellos que ven a sus hijos espirituales alejarse. Como el hijo pródigo, muchos abandonan la fe, pero Miguel nos llama a orar fervientemente para que regresen a la casa del Padre. Este es un llamado a interceder por aquellos que se han perdido, tanto en lo personal como en lo colectivo, mirando hacia el pueblo de Israel.
El Milagro de la Unidad
La unidad no es un esfuerzo humano, sino un milagro divino. Miguel destaca cómo el cuerpo de Cristo, a pesar de sus diferencias, forma una iglesia inquebrantable, una hermandad que permanece firme en el amor de Cristo. Este milagro de la unidad es el testimonio vivo de la obra de Dios en medio de su iglesia.
La Amistad y Comunidad en Cristo
A través de la amistad espiritual, Jesús nos llama “amigos”, un título que revela la profundidad de nuestra relación con Él y entre nosotros como iglesia. La unidad en Cristo no es solo una doctrina; es una experiencia vivencial que construye una comunidad de amor sincero y profundo.
Llamado a la Santidad y Consagración
Miguel insta a los creyentes a mantener una vida apartada del pecado y dedicada a Dios. La santidad no es opcional; es el estándar para todos los que se llaman pueblo de Dios. Vivir en santidad es la manifestación de un corazón que busca reflejar la pureza y la gloria de Dios en todos los aspectos de la vida.
Ser un Pueblo Único de Dios
Como iglesia, nuestra identidad está en ser el “pueblo santo de Dios”, apartado del mundo y consagrado a Su voluntad. Miguel nos recuerda que nuestra llamada es a ser diferentes, no conformándonos con las costumbres de este mundo, sino reflejando la vida transformada en Cristo.
La Iglesia como Familia Espiritual
En Cristo, la iglesia no es solo un conjunto de individuos, sino una familia espiritual unida por el amor de Dios. Miguel nos alienta a valorar a nuestros hermanos en la fe por encima de los vínculos carnales, entendiendo que la unidad fraternal es el corazón de la iglesia.
Testimonio de Adopción y Diversidad
Utilizando su experiencia personal de adopción, Miguel ilustra cómo la familia de Dios, aunque diversa, está unida en Cristo. Esta familia incluye a todos aquellos que han sido adoptados por el Padre, sin importar su origen, raza o historia.
La Unidad en el Cuerpo de Cristo: Un Llamado a Crecer Juntos
Miguel profundiza en la enseñanza sobre el Cuerpo de Cristo, comparando la iglesia con un cuerpo humano que, aunque compuesto de muchos miembros, funciona como una unidad. Este cuerpo, guiado por el Espíritu Santo, refleja la madurez y el amor de Dios en acción. La unidad no es solo un objetivo, sino un reflejo de la perfecta voluntad de Dios en la iglesia.
El Propósito de los Ministerios y la Creación de la Unidad
Cada ministerio dentro de la iglesia tiene un propósito claro: edificar y perfeccionar el cuerpo de Cristo. A través de los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, la iglesia crece en unidad y fe. La diversidad de dones es esencial para el desarrollo espiritual de todos los creyentes, llevando a una mayor madurez en Cristo.
La Oración de Jesús por la Unidad
En su oración en Juan 17, Jesús pidió que fuéramos uno, así como Él y el Padre son uno. Esta unidad, según Miguel, es un testimonio poderoso para el mundo. La verdadera unidad no es solo una meta, sino el testimonio de la obra redentora de Cristo en nuestras vidas.
Viviendo en Unidad: Humildad y Paciencia
Miguel nos exhorta a vivir de manera digna de nuestra vocación cristiana, practicando la humildad, mansedumbre y paciencia. La unidad se mantiene no solo con buenas intenciones, sino con un compromiso activo hacia el amor y la paz en Cristo.
Conclusión: Un Testimonio de Unidad Perfecta
La unidad en Cristo es más que un principio; es un testimonio de que solo Dios puede lograr lo que parece imposible. La iglesia, como cuerpo de Cristo, refleja la gloria de Dios cuando vive en perfecta unidad. Esta unidad no es solo un mandato divino, sino una muestra del poder transformador de Cristo en nosotros.
En este mensaje, Miguel Díez nos desafía a ser una iglesia que viva en unidad, crecimiento y santidad, para que el mundo vea el amor y poder de Dios en nosotros.
Miguel Díez es presidente de la ONG Remar Internacional y pastor principal de iglesia Cuerpo de Cristo en 72 países. También autor de varios libros proféticos.
Presidente de la ONG Remar Internacional y la iglesia Cuerpo de Cristo.
