Hulda: La mujer que cambió la historia de Israel | Personajes Biblicos
Huldá fue una profetisa del Antiguo Testamento mencionada en el libro de 2 Reyes 22: 14-20 y en 2 Crónicas 34: 22-28.
Huldá era la esposa de Salum, el encargado del vestuario del rey. Se menciona que vivía en el “Segundo Distrito” de Jerusalén, un área que probablemente estaba cerca del Templo.
Ella fue consultada por el sumo sacerdote Hilcías, el escriba Safán, y otros enviados del rey Josías después de que se encontrara el libro de la Ley en el Templo. Huldá les dio un mensaje profético de Dios que confirmó que el juicio sobre Judá estaba cerca debido a su idolatría y alejamiento de los mandamientos divinos, pero también anunció la misericordia de Dios sobre Josías por su arrepentimiento y disposición a seguir la voluntad de Dios.
- Lecciones de Vida de Huldá –
Dios usa a las mujeres de manera poderosa: La historia de Huldá nos enseña que Dios no hace acepción de personas y que puede levantar a cualquier individuo, independientemente de su género o posición, para llevar a cabo su propósito. Huldá fue consultada por líderes del pueblo y tuvo la responsabilidad de transmitir un mensaje crucial de Dios. Esto nos recuerda que las mujeres son valiosas en el servicio a Dios y que sus voces son importantes en la comunidad de fe.
La importancia de la obediencia y la rectitud del corazón: Huldá destacó que el corazón del rey Josías fue sensible y se humilló ante Dios al escuchar la ley y darse cuenta del pecado de su pueblo. Esto es un recordatorio de que Dios honra la obediencia y la humildad. En nuestra vida diaria, esto significa vivir en obediencia a la Palabra de Dios y tener un corazón dispuesto a corregirnos cuando reconocemos nuestras faltas.
La profecía como guía y advertencia: La profecía de Huldá sirvió como advertencia y guía para Josías y para el pueblo de Judá. Nos enseña la importancia de prestar atención a las advertencias divinas y de buscar guía en tiempos de confusión o crisis. En nuestra vida diaria, esto puede significar prestar atención a la dirección del Espíritu Santo y a las enseñanzas bíblicas cuando enfrentamos decisiones difíciles.