La Escatología y los Dos Testigos – Miguel Díez
Enseñanza escatológico de Miguel Díez en el Monte Carmelo en Israel sobre la escatología bíblica, los dos testigos y el anticristo.
La escatología bíblica es un campo fascinante que lleva siglos generando debates e interpretaciones. Uno de los pasajes más enigmáticos es el de los dos testigos descritos en el libro de Apocalipsis. Aunque muchas interpretaciones tradicionales sostienen que estos dos testigos serán Elías y Moisés, una lectura más profunda nos lleva a cuestionar esta idea y explorar otras posibilidades.
¿Por qué no puede ser Moisés uno de los testigos?
La Biblia nos narra que Moisés murió y fue enterrado por Dios en el Monte Nebo, en un lugar desconocido para evitar que se convirtiera en un sitio de idolatría. Según Hebreos 9:27, “está establecido para los hombres que mueran una sola vez”. Si Moisés ya experimentó la muerte, sería incompatible con la misión de los dos testigos, quienes serán asesinados y luego resucitados en el tiempo del fin.
Además, el momento en que aparecen los dos testigos está ligado a un acontecimiento crítico: el pacto que Israel hará con el Anticristo, al reconocerlo como Mesías. Este pacto, denominado en Isaías 28:15 como el “pacto con la muerte”, marca un periodo de engaño y persecución sin precedentes en la historia del pueblo judío.
El papel del Anticristo y su aparente resurrección
El Anticristo es descrito en las Escrituras como un gobernante astuto y carismático que engañará a las naciones. Según Apocalipsis, será herido de muerte, pero el falso profeta lo resucitará al tercer día, en un intento de imitar la resurrección de Cristo. Este evento será crucial para consolidar su poder, ya que el mundo entero se maravillará y lo adorará.
El paralelismo entre la muerte del Anticristo y el relato de Sísara en Jueces 4:21 resulta intrigante. Así como Jael mató a Sísara clavándole una estaca en la frente, podría ser que el Anticristo sea asesinado de manera similar, quizás incluso por una mujer, en un desenlace lleno de simbolismo.
Nimrod: El primer Anticristo
Para comprender el espíritu que impulsa al Anticristo final, es necesario remontarse a Nimrod, el primer hombre que se rebeló abiertamente contra Dios, construyendo la Torre de Babel como símbolo de desafío y autoproclamación divina. Según Apocalipsis 17:8, el Anticristo es descrito como “la bestia que era, y no es, y será”. Esto podría implicar que el alma de Nimrod, quien dio origen a las abominaciones de Babilonia, será la que ascienda del abismo para habitar al Anticristo.
Elías y su misión en los últimos días
Elías, en cambio, parece ser un candidato sólido para uno de los dos testigos. Su ministerio en los días del rey Acab y la reina Jezabel sirve como un precedente de lo que hará en el futuro. En el Monte Carmelo, desafió a los falsos profetas de Baal y demostró el poder del verdadero Dios, Yahweh. Del mismo modo, en los últimos días, Elías será enviado para confrontar la apostasía y llamar al arrepentimiento.
Elías es un símbolo de valentía profética, enfrentándose a líderes corruptos y denunciando la idolatría. Su mensaje será crucial para despertar un avivamiento en Israel, preparando el camino para que el remanente judío reconozca a Jesucristo como el verdadero Mesías.
La cuna del Anticristo y la Escatología Bíblica
El panorama escatológico descrito en la Biblia parece tomar forma a gran velocidad. Desde Israel hasta otras partes del mundo, la cuna del Anticristo se está configurando de manera acelerada. En este contexto, los personajes bíblicos de Elías y Enoc jugarán un papel crucial como los dos testigos mencionados en el libro de Apocalipsis.
Elías, por ejemplo, tendrá la misión de destruir el templo Bahá’í ubicado en Haifa, Israel. Este templo, un imponente monumento con jardines espectaculares que costaron millones de dólares, es un centro de atracción turística. Sin embargo, según la profecía, Elías lo derribará, junto con los ídolos asociados, lo que provocará el odio de los idólatras y perversos de todo el mundo. Las acciones sobrenaturales de Enoc, aunque menos mencionadas en las Escrituras, también desempeñarán un papel significativo en este tiempo final.
La reacción del mundo y el martirio de los testigos
Apocalipsis narra que los dos testigos serán asesinados en Jerusalén, la misma ciudad donde Jesús fue crucificado, que es denominada simbólicamente como Sodoma. Esta ciudad se convertirá en el centro del Anticristo, proclamándose como la capital del monoteísmo mundial. Este ecumenismo incluirá a los principales liderazgos de las religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo, el islam y el protestantismo.
El pacto ecuménico incluirá la reconstrucción del Templo en Jerusalén, un proceso que, según las profecías, podría completarse en apenas seis meses debido a que ya están preparados los elementos necesarios. Este evento será un punto clave para la historia escatológica, con Jerusalén consolidándose como el epicentro religioso y económico del mundo.
El Anticristo y su gobierno mundial
El libro de Daniel describe al Anticristo como un líder sin deseos de mujer, un hombre inicuo que no respetará al Dios de sus padres. Esto apunta a que podría ser judío, ya que los líderes judíos no pactarían con alguien ajeno a su fe. Además, el Anticristo manifestará una inteligencia sobrenatural y realizará milagros y prodigios que cautivarán al mundo entero.
Bajo su gobierno, se establecerá un sistema de paz, protección y prosperidad que seducirá a Israel y al resto del mundo. Sin embargo, este aparente éxito será una trampa para consolidar su dominio global. El islam también jugará un papel crucial en este escenario, y el Anticristo podría utilizar su influencia para imponer el islam como religión predominante.
Señales en los cielos y la interpretación profética
En el año 2000, una alineación de siete astros conocida como la Menorá celestial generó gran expectación. Esta alineación, con la Luna en el centro en lugar del Sol, simbolizó el papel de las religiones como intermediarias entre Dios y los hombres, en lugar de reflejar la luz directa de Cristo. Este evento fue interpretado como una señal de la creciente influencia de las religiones humanas en el panorama mundial.
El papel de las naciones y el futuro de Jerusalén
El papa Juan Pablo II, junto con otros líderes religiosos y políticos, propuso en su momento que Jerusalén fuera declarada la capital monoteísta del mundo. Aunque esta propuesta fue vetada por potencias como Estados Unidos e Inglaterra, el proyecto sigue latente. Según Apocalipsis, Jerusalén se transformará en una Sodoma espiritual antes del retorno de Cristo.
Conclusión: Un llamado a la vigilancia espiritual
Es tiempo de estudiar las profecías bíblicas y discernir los acontecimientos que están ocurriendo frente a nuestros ojos. Las Escrituras ofrecen una guía clara sobre lo que está por venir, y es esencial estar preparados espiritual y emocionalmente. Que Dios nos dé sabiduría para entender su palabra y fortaleza para mantenernos firmes en la fe.
Presidente de la ONG Remar Internacional y la iglesia Cuerpo de Cristo.