La Gracia de Dios: Una Realidad Transformadora // Ramón Ubillos
Introducción: Viviendo en la Verdad de Dios
En un mundo donde la apariencia parece ser más importante que la realidad, la Biblia nos llama a vivir de acuerdo con la verdad de Dios. Como dijo el apóstol Pablo:
“Yo sé en quién he creído” (2 Timoteo 1:12).
No se trata de creer en teorías, sino de experimentar el poder de Dios en nuestra vida. Muchos viven intentando mostrar una imagen que no refleja su verdadera condición espiritual. Sin embargo, la gracia de Dios nos transforma desde adentro, permitiéndonos vivir una fe genuina y basada en hechos reales.
1. La Fe Basada en Hechos Reales, No en Apariencias
La predicación de Ramón Ubillos nos recuerda que Jesús no solo predicó, sino que mostró el poder de Dios a través de obras. La fe verdadera no se basa en lo que decimos, sino en lo que vivimos.
“No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón” (2 Corintios 5:12).
Ejemplo de María Magdalena
Cuando María Magdalena conoció a Jesús, su vida cambió radicalmente. No necesitó aparentar nada, pues la obra de Dios en ella era real.
⮞ Reflexión: ¿Estamos viviendo de apariencias o de realidades en Cristo?
2. La Importancia del Testimonio Personal
En la predicación se menciona a la mujer samaritana, quien al encontrarse con Jesús, corrió a compartir su testimonio:
“Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?” (Juan 4:29).
Ella no necesitó conocer toda la teología, sino que compartió lo que Jesús había hecho en su vida. Lo mismo ocurrió con el endemoniado gadareno, quien después de ser liberado por Jesús, recibió la instrucción de compartir su testimonio:
“Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo” (Lucas 8:39).
Paso práctico #1: Reflexiona en lo que Dios ha hecho en tu vida y compártelo con otros.
3. Responder con Sabiduría y Gracia
Muchas veces nos enfrentamos a preguntas difíciles sobre la fe. Sin embargo, en lugar de intentar tener todas las respuestas, podemos compartir nuestra experiencia personal con Dios.
Colosenses 4:6 nos enseña:
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”
Jesús, cuando le presentaron a la mujer adúltera, no discutió con los fariseos, sino que respondió con sabiduría:
“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra” (Juan 8:7).
⮞ Paso práctico #2: Enfrenta las preguntas con mansedumbre y testimonio personal.
4. El Privilegio de Tener a Dios en Medio de las Pruebas
A veces pensamos que ser cristianos significa evitar los problemas, pero la realidad es que nuestro mayor privilegio es tener a Dios con nosotros en medio de ellos.
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmo 34:7).
Ejemplo de Pablo y Silas
Cuando fueron encarcelados, en lugar de quejarse, alabaron a Dios. Y Dios obró milagrosamente.
⮞ Paso práctico #3: En los momentos difíciles, en lugar de quejarte, alaba a Dios y confía en su gracia.
5. Siempre Preparados para Defender Nuestra Fe
La Biblia nos anima a estar preparados para dar razón de nuestra esperanza:
“Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
No se trata de ganar debates, sino de compartir nuestra experiencia real con Dios.
⮞ Paso práctico #4: Aprende a expresar cómo Dios ha cambiado tu vida con claridad y sencillez.
6. No Cambies la Gracia de Dios por las Vanidades del Mundo
El mundo ofrece placeres temporales, pero la gracia de Dios es incomparable:
“Los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien” (Salmo 34:10).
Ramón Ubillos menciona el ejemplo de un hombre que tiene un automóvil de lujo y alguien le ofrece un coche viejo a cambio. Lo mismo hace el mundo con nosotros: nos ofrece cosas sin valor, cuando ya tenemos lo mejor en Cristo.
⮞ Paso práctico #5: No permitas que el mundo te engañe con placeres temporales. Enfócate en lo eterno.
Conclusión: La Gracia Nos Llama a Dar Testimonio
Si Dios ha transformado nuestra vida, debemos compartirlo. Como dijo el salmista:
“Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros, estaremos alegres” (Salmo 126:3).
El verdadero cristianismo no es solo doctrina, sino una relación viva con Dios. Si ya lo has experimentado, compártelo. Y si aún no, busca el favor de Dios para que puedas decir:
“No hablo de teorías, sino de la realidad de lo que Dios ha hecho en mi vida.”
Oración Final
Señor, gracias por tu gracia en mi vida. Ayúdame a vivir en la verdad de tu amor y a ser testimonio vivo de tu poder. Que mi vida refleje la realidad de tu presencia y que pueda compartir con otros lo que has hecho en mí. En el nombre de Jesús, amén.