La Palabra para Hoy – Romanos 10:9
Devocional: Confesar y Creer para Ser Salvo
Texto base: “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”. (Romanos 10:9)
El evangelio de nuestro Señor Jesucristo tiene dos aspectos fundamentales que todo creyente debe comprender para alcanzar la salvación. A menudo, muchos cristianos enfocan su atención solo en uno de ellos, creyendo que con eso es suficiente. Sin embargo, las Escrituras enfatizan ambos aspectos como esenciales, y en estos tiempos finales, se está poniendo un especial énfasis en el segundo.
1. Creer con el corazón
El primer aspecto es conocer a Jesús como salvador. Esto implica creer que Jesús murió en la cruz, derramó su sangre por nuestros pecados y que Dios lo resucitó de entre los muertos. Esta fe nos lleva a recibir el perdón de nuestros pecados y el don de la vida eterna. Es el inicio de nuestra relación con Dios, basada en la obra redentora de Cristo.
2. Confesar con la boca
El segundo aspecto es confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor. Esto significa reconocerlo como amo y rey de nuestras vidas, sometiéndonos a su voluntad. Pero no basta con decirlo; debemos vivir en consecuencia. La fe verdadera produce obras de obediencia: amar al prójimo, ser pacificadores, cuidar nuestras palabras, actuar con prudencia, y proclamar el evangelio.
Esta obediencia no es legalismo, sino una vida rendida al Rey. Es el evangelio del reino que Jesús predicó y que será anunciado en todo el mundo antes de su regreso.
Reflexión
A menudo, algunos rechazan este llamado a la obediencia, alegando que es regresar a la ley. Sin embargo, el camino que Jesús ofrece siempre ha sido estrecho y pocos lo encuentran. Es un camino de entrega total, donde la fe y las obras caminan juntas.
Aplicación personal
¿Ya has recibido a Jesús como tu salvador? Si es así, ¡qué bendición! Ahora es el momento de confirmarlo viviendo una vida de obediencia a su señorío. Permítele guiar cada área de tu vida y ríndete completamente a él.
Oración
Señor Jesús, creo en mi corazón que moriste por mis pecados y que Dios te levantó de entre los muertos. Hoy confieso que eres mi Señor y Rey. Ayúdame a vivir en obediencia a tu voluntad, amando al prójimo, cuidando mis palabras y proclamando tu evangelio. Guíame por el camino estrecho y fortalece mi fe cada día. En tu nombre, Amén.
Que Dios te bendiga y te ayude a vivir conforme al evangelio del reino.
