La Palabra para Hoy – Salmos 25:4
Devocional: Muéstrame, Señor, Tus Caminos
Versículo clave: “Muéstrame, Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.” — Salmos 25:4
En este salmo, el salmista reconoce su ignorancia de los caminos de Dios y expresa su profunda necesidad de ser guiado por el Señor. Un versículo después, declara: “Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todos los días.” Este anhelo por la dirección divina revela una dependencia total de Dios y un deseo sincero de caminar en su verdad.
Hoy en día, muchas personas no reconocen su ignorancia acerca de los caminos de Dios. Es más, muchos ni siquiera sienten la necesidad de buscarlos porque están demasiado satisfechos con sus propios caminos, caminos retorcidos y llenos de injusticia. Esta actitud contrasta fuertemente con la advertencia de Jesús: “Pero angosta es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:14).
La invitación que este devocional nos presenta es a imitar al salmista: orar a Dios para que nos revele su camino de vida. Aunque muchos en nuestra cultura occidental conocen intelectualmente las palabras de Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), pocos realmente lo siguen de corazón.
En ocasiones, se ha reducido a Jesús a una simple religión, transformando su mensaje en una organización fría que atiende más sus propias necesidades que las de los pecadores. En otros casos, Jesús se ha convertido en el centro de movimientos populares llenos de entretenimiento y distracción, pero que no guían a la verdadera senda de vida.
Hoy como ayer, debemos ir más allá de un conocimiento intelectual y aprender a conocer a Jesús de una manera viva y real. Él es el único que puede perdonar nuestros pecados y llevarnos a la libertad para vivir la verdadera vida en él, siguiendo su camino hacia la vida eterna.
Oración: Señor, reconozco mi necesidad de ti y de tus caminos. Enséñame a caminar en tu verdad y a conocerte verdaderamente. Perdona mis pecados y lávame con tu amor. Guíame por el camino angosto que lleva a la vida eterna. Amén.
Reflexión: Hoy, dedica un momento a evaluar tus caminos. ¿Estás caminando en la senda que Dios ha trazado para ti? Si no es así, ora para que el Señor te muestre su verdad y te guíe. Recuerda, Jesús no es solo el Salvador del mundo, sino también tu guía hacia la verdadera vida.