Pablo: Haced las cosas para el Señor | Personajes Bíblicos

El servicio a Dios y al prójimo

• El servicio a Dios y al prójimo debe hacerse con amor y humildad, no con vanidad ni soberbia.

• El siervo de Dios debe ser amable, fiel y espiritual.

• Debemos vivir en el presente y dar todo de nosotros en todo lo que hagamos, como si lo hiciéramos directamente para el Señor.

• Hacer las tareas mundanas y enfrentar los retos de la vida son formas de servir al Señor.

El trabajo como servicio a Dios

• El trabajo es parte de la buena creación de Dios y nos lo ha dado como una tarea.

• Debemos trabajar con excelencia y pasión, no importa el tipo de trabajo que hagamos.

• Nuestro trabajo es una ofrenda de adoración y agradecimiento a Dios.

• Debemos mantener nuestra integridad en todo momento, tanto en el trabajo como en la casa.

• Trabajar para Dios cambia nuestra perspectiva y nuestro esfuerzo se vuelve como una ofrenda para Él.

• No debemos quejarnos ni andar con mala disposición en el trabajo.

• Debemos estar dispuestos a trabajar y ayudar a los demás, incluso si no es nuestra responsabilidad.

• Dios nos ha puesto en un lugar para producir y servir a los demás.

• Debemos marcar la diferencia en nuestro trabajo y ser un punto de luz para los demás.

• Dios es el que al final nos está observando y debemos trabajar de todo corazón para Él.

La recompensa del trabajo para Dios

• Si seguimos estos principios, recibiremos nuestra recompensa de Cristo, aunque nuestro jefe terrenal no nos reconozca.

• El trabajo que se hace para Dios nunca es en vano.

• Debemos estar firmes y constantes en la obra del Señor, sabiendo que nuestro trabajo nunca es en vano.

La importancia del reconocimiento y el ánimo

• Es importante valorar y animar el trabajo de los demás.

• Cuando alguien nos anima, nos sentimos motivados a seguir trabajando para Dios.

Conclusión

• Debemos analizar si estamos haciendo las cosas bien o si estamos intentando agradar más al hombre que a Dios.

• El trabajo que se hace para el hombre no es en vano, pero el trabajo que se hace para Dios nunca es en vano.