Dios quiere avisarnos // Palabras Proféticas // Miguel Díez – Prog #1
Introducción: La Angustia Mundial y la Respuesta de Dios.
Vivimos en tiempos convulsos. Las pandemias, catástrofes naturales, rumores de guerras y desastres llenan los titulares, provocando angustia y pánico en la humanidad. Ante esta realidad, las personas se preguntan: ¿Qué está sucediendo? ¿Hacia dónde vamos?
En medio de este panorama, Dios está despertando a la humanidad, utilizando esta angustia para avivar la sed de respuestas divinas. Ni los hombres ni la ciencia pueden proporcionar la paz que solo Dios puede ofrecer.
Diferentes revelaciones proféticas han sido recibidas y cumplidas con exactitud, tal como lo relatan libros como “La oruga del salto en el revuelto”, “La langosta” o “El libro de Eli Roth, la última bestia, el último anticristo”. Estos textos, fruto de años de clamor y búsqueda, muestran cómo Dios advierte y guía a su pueblo.
La Importancia de la Palabra Profética
En 2 Pedro 1:19, se nos recuerda que la palabra profética es segura y digna de atención. Las profecías de Dios no fallan y se cumplen según su voluntad, pues solo Él tiene autoridad para alterar el curso de los eventos. Estas palabras no son meras advertencias; son señales de amor divino que buscan guiarnos hacia el temor reverente y el respeto hacia Dios.
Proverbios 22:3 dice: “El avisado ve el mal y se esconde; los simples pasan y reciben el daño.” Este llamado a la prudencia nos exhorta a estar atentos, preparados y dispuestos a escuchar la voz de Dios. Su palabra profética es como el toque de un shofar, una alerta que nos protege y nos prepara para lo que está por venir.
La Inminencia del Regreso del Señor
La Biblia nos exhorta a estar preparados porque “el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:42-44). La inminencia del regreso de Jesús nos recuerda que nuestra vida terrenal es breve y que debemos vivir en santidad y obediencia.
Eclesiastés 8:8 nos asegura que “nadie tiene poder sobre el día de la muerte”, recordándonos nuestra fragilidad. Sin embargo, los que participen en el arrebatamiento de la iglesia experimentarán la transformación de sus cuerpos biológicos en cuerpos gloriosos. Este mensaje nos insta a vivir vigilantes y en comunión con Dios, listos para su venida.
Revelaciones Divinas y Victoria en la Fe
Dios revela sus planes a través de sueños, visiones y su Palabra para que no seamos sorprendidos. Estas revelaciones nos capacitan para vencer las obras del enemigo y vivir en victoria cada día.
Además, como trompeteros de Dios, estamos llamados a advertir a nuestros seres queridos y vecinos sobre los tiempos venideros, ayudándolos a prepararse espiritualmente. Esta responsabilidad escatológica nos invita a escudriñar las Escrituras y buscar respuestas en oración.
La Tribulación de Israel y la Purificación de la Iglesia
La Biblia profetiza una tribulación para Israel y un proceso de purificación para la iglesia. En estos tiempos difíciles, Dios nos llama a clamar por revelación, pidiéndole que exponga las maquinaciones del enemigo y fortalezca nuestra fe.
Dios quiere que entendamos que todo lo que permite tiene un propósito. Su deseo es que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. Su inmenso amor y su plan perfecto nos aseguran que, incluso en la tribulación, Él está trabajando para nuestro bien.
El Llamado a Preguntar y Escuchar
Dios nos desafía a acercarnos a Él con preguntas y a pedirle sabiduría, como lo dice Isaías 45:11: “Preguntadme de las cosas por venir, mandadme acerca de mis hijos y acerca de las obras de mis manos.”
Como hijos de Dios, tenemos el derecho y la responsabilidad de buscar sus respuestas, confiando en que Él nos revelará su obra gloriosa y su plan de salvación. Su deseo es hablarnos, mostrarnos su amor y prepararnos para lo que viene.
Conclusión: Atentos a la Voz de Dios
Dios no quiere que nadie sea sorprendido. Sus palabras proféticas son un acto de amor que busca guiarnos, protegernos y fortalecer nuestra fe. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a escuchar y obedecer?
Hoy más que nunca, debemos estar atentos a Su voz, buscando en oración y en Su Palabra las respuestas que necesitamos. Dios quiere avisarnos porque nos ama profundamente y desea que todos estemos preparados para su gloriosa venida.
¿Estás listo para escuchar Su llamado y seguir su dirección?
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