PROFECÍA BÍBLICA: ¿Por qué DIOS PERMITE los HURACANES, las DANAS y las TORMENTAS TROPICALES?
La Biblia nos enseña que el mundo en el que vivimos está afectado por el pecado y la imperfección. Desde la caída de Adán y Eva, el mundo se encuentra en un estado de ruptura, lo que afecta tanto la naturaleza humana como la naturaleza misma.
Esto significa que los desastres naturales, las enfermedades y las crisis pueden ser consecuencias del estado caído de nuestro mundo, no necesariamente actos directos de Dios.
En Romanos 8: 22 Pablo dice: “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Aquí, la creación misma sufre por la desarmonía introducida por el pecado.
*El libre albedrío y la libertad humana*
Dios nos dio el don del libre albedrío, lo cual significa que los seres humanos tienen la capacidad de tomar decisiones, tanto buenas como malas. Muchas catástrofes, como guerras, hambrunas y desastres ambientales, tienen su origen en las acciones humanas. El abuso de poder, la negligencia y la avaricia pueden llevar a consecuencias devastadoras para las personas y el planeta. Dios respeta la libertad humana incluso cuando las decisiones traen sufrimiento, pero esto no significa que apruebe el dolor que estas decisiones generan.
*¿Es castigo de Dios?*
A lo largo de la Biblia, hay momentos en los que Dios permite o incluso causa ciertos eventos con el fin de corregir, disciplinar o llamar la atención de Su pueblo. Sin embargo, el Nuevo Testamento, especialmente con la venida de Jesús, se enfoca en un mensaje de gracia, perdón y restauración, en lugar de castigo. En Lucas 13: 1-5, cuando le preguntan a Jesús si ciertos desastres naturales son castigos de Dios, Él responde que no debemos ver el sufrimiento como una señal de que las personas son más pecadoras que otras, sino como un llamado a arrepentirnos y a reflexionar.
*Dios en medio del sufrimiento*
Una perspectiva fundamental en el cristianismo es que Dios no está ausente en medio del sufrimiento. Dios no sólo está presente cuando las cosas van bien, sino que también camina con nosotros en los momentos más oscuros. En Salmo 34:18 dice, “Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”. En vez de verlo como el causante de las catástrofes, podemos verlo como el Dios que acompaña, consuela y da esperanza incluso en los momentos de tragedia.
*Propósito y redención en medio de la tragedia*
Aunque no siempre entendemos el “por qué” detrás de las catástrofes, la fe cristiana sugiere que Dios puede obrar en medio de la adversidad para traer algo bueno o para cumplir un propósito mayor. Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Esto no significa que el sufrimiento sea bueno, pero nos recuerda que Dios tiene el poder de redimir incluso los momentos más difíciles.
*Un recordatorio de nuestra fragilidad y necesidad de Dios*
Las catástrofes pueden recordarnos la fragilidad de nuestra existencia y la importancia de acercarnos a Dios. En un mundo que muchas veces idolatra el poder, la autosuficiencia y el control, las tragedias nos muestran que somos vulnerables y que dependemos de Dios para encontrar sentido, consuelo y esperanza.