PROFECÍA BÍBLICA ¿Tienes la seguridad de que vas a ir al cielo?

PROFECÍA BÍBLICA ¿Tienes la seguridad de que vas a ir al cielo?

La Biblia nos asegura que el cielo es un lugar preparado por Dios para aquellos que le aman y siguen sus caminos. Jesús mismo nos dio esta promesa en Juan 14: 2-3: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.

Esta promesa nos invita a vivir con la certeza de que nuestra vida no termina con la muerte, sino que nos espera una eternidad en la presencia de nuestro Padre celestial.

La Esperanza que Transforma

La certeza del cielo transforma nuestra manera de vivir. Nos da una perspectiva eterna que nos ayuda a enfrentar las pruebas y tribulaciones con valentía y confianza. Sabemos que nuestras aflicciones son temporales y que, como dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 4: 17: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”.

Vivir con la esperanza del cielo nos permite amar más profundamente, perdonar más fácilmente y servir con mayor dedicación, sabiendo que nuestra recompensa está en el cielo y no en las cosas pasajeras de este mundo.

Un Llamado a la Santidad

El cielo es un lugar de pureza y santidad, y la promesa de estar allí nos llama a vivir una vida de santidad aquí y ahora. En 1 Pedro 1: 15-16 se nos exhorta: “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.

Este llamado a la santidad implica vivir conforme a los mandamientos de Dios, alejándonos del pecado y buscando en todo momento agradar a nuestro Señor. Es una preparación constante para el día en que estaremos cara a cara con Él.

El Cielo es Nuestra Meta

En última instancia, el cielo es nuestra meta final, el premio que anhelamos alcanzar al término de nuestra carrera. Esta meta nos da dirección y propósito, orientando nuestras decisiones y acciones hacia lo que realmente importa: nuestra relación con Dios y nuestro crecimiento espiritual.

El apóstol Pablo expresó este anhelo en Filipenses 3: 13-14: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

(Visited 55 times, 1 visits today)

Quizás te puede interesar estos videos

Post A Comment For The Creator: Solidaria TV

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *